¡Cómo aumenta la autoexigencia de nuestros jugadores cuando incluimos la competición en nuestras tareas y en nuestras sesiones! ¡Y cuántas posibilidades y opciones tenemos los técnicos de incluirla! Ya sabes, pequeños detalles marcan grandes diferencias…
Es grandísima la acogida que le estáis dando a nuestros dos ebooks publicados hasta el momento acerca de circuitos en campo con los que desarrollar principalmente la estructura condicional de los jugadores.
Ebook sobre Circuitos Dirigidos: 15 circuitos para aplicar en tus sesiones con los que desarrollar de una manera atractiva, eficaz y eficiente los diferentes contenidos de la estructura condicional de vuestros jugadores.
Ebook sobre Escenarios de Máxima Exigencia: 12 escenarios de máxima exigencia (EME) con los que replicar las demandas de la competición, ampliamente detallados y que servirán de inspiración para diseñar los tuyos, completamente adaptados a tu modelo de juego.
Con el objetivo de seguir aportando ideas y contenido práctico con el que ayudar a vuestros jugadores a dar un salto en su rendimiento, os traemos un nuevo ejemplo donde la prioridad es la estimulación de la estructura condicional y coordinativa a través de un circuito con dos equipos donde compiten por parejas en situación de 1vs1 sin llegar a producirse un enfrentamiento o duelo.
En esta ocasión, la variable condicional de carga externa principalmente estimulada es el mecanismo de aceleración, desaceleración y cambio de dirección. Esta vez os presentamos una propuesta que podría tener cabida en el día de mayor exigencia o intensidad del microciclo o en el día posterior a la competición con el que compensar la carga de los jugadores con menos minutos, ya que se reproducirán escenarios de alta exigencia.
La capacidad de producir esfuerzos y, sobre todo, la capacidad de repetirlos es determinante en el rendimiento de nuestros jugadores. Así, aún siendo en este caso un circuito con una orientación más dirigida y más alejado de lo específico respecto a otros circuitos presentados, esta propuesta nos permite producir acciones y desplazamientos con los que alcanzar máximas intensidades.
A la hora de llevar a la práctica este tipo de circuitos y con el objetivo de tener un control acerca de lo que provocamos en nuestros jugadores, debemos calcular y prestar atención al tiempo de esfuerzo al que se someten los jugadores en cada repetición para poder ajustar así una orientación mayor hacia el perfil fuerza – velocidad (mayor tiempo de pausa entre repeticiones y descansos pasivos) o hacia la resistencia (menor tiempo de pausa entre repeticiones o descansos activos de intensidad reducida).
Como hemos comentado en otras ocasiones, los circuitos son una herramienta muy útil a la hora de estimular de manera más “concreta” el tipo de esfuerzo que prioricemos. A partir de ahí y como indicábamos al inicio, el hecho de organizar al equipo en grupos, incluir finalización y competición, hará que la estructura socio-afectiva y la autoexigencia de los jugadores en forma de concentración y disposición al esfuerzo se vean también beneficiadas.
DESCRIPCIÓN DEL EJERCICIO
Circuito dirigido organizado en 2 equipos donde se compite por parejas (1 jugador de un equipo vs 1 jugador del otro equipo). La dinámica es la siguiente:
Jugador 1 y Jugador 2 empiezan sus acciones al mismo tiempo con 3 acciones de cambios de dirección cortas para ir después hacia los conos rojos a la máxima intensidad donde aceleran y desaceleran, terminando con un salto hombro-hombro o chocando en el medio.
Desde ahí, Jugador 1 va hacia su izquierda a recibir el balón del entrenador y conducir entre picas, mientras que Jugador 2 va a su derecha para después recibir el pase de Jugador 1, quien tras recibir la pared de Jugador 2, finaliza en la portería.
Jugador 2 tras devolver la pared realiza un desplazamiento a máxima intensidad hacia su derecha donde tras cambiar de dirección recibirá un pase del entrenador para finalizar en portería.
¡Seguimos avanzando! 😉
El equipo de Fútbol Revolucionario