¡Bienvenidos una semana más a la parte práctica de nuestro blog! Volvemos a ponernos delante de la pizarra para diseñar una situación con la que seguir ampliando nuestra biblioteca de tareas de entrenamiento y poder aportaros recursos, ideas y herramientas para vuestro día a día.
En esta ocasión, os presentamos una tarea con un nivel elevado de especificidad, de carácter abierto y complejo donde tienen presencia todas las fases del juego, con un número de jugadores y espacio reducido, y con una serie de constreñimientos que facilitan el entrenamiento y desarrollo de un conjunto de comportamientos grupales e individuales que atienden tanto principios ofensivos como defensivos.
Como hemos hablado en algunas ocasiones, el arte del entrenador consiste en aplicar aquellos constreñimientos o normas de provocación que generen en nuestro equipo los comportamientos pretendidos y los objetivos planteados. Para ello, los juegos reducidos o SSG se convierten en un medio de entrenamiento muy eficaz con el que optimizar y mejorar tanto las relaciones entre diferentes líneas de juego como diferentes principios y conceptos grupales.
A su vez, al ser el número de jugadores más reducido y el espacio en que se desarrolla la tarea también, debemos considerar que el ritmo de juego (entendido en este caso como el número de acciones por jugador) será mayor que en competición. A pesar de ser un recurso y una situación específica desde el punto de vista metodológico y muy utilizada por la mayoría de nosotros, debemos valorar que la orientación condicional de la tarea no será la misma que la demandada por la competición, ya que en este caso concreto será muy probable la sobrestimulación del número de aceleraciones y desaceleraciones, lo cual nos debe llevar a analizar cómo compensar y complementar esta situación desde el punto de vista condicional.
Además, como profesionales, debemos ser capaces de adaptar el espacio y tiempo en función de las capacidades condicionales y coordinativas de nuestros jugadores, a la misma vez que deberemos encontrar el momento ideal de la sesión y el microciclo para desarrollar este tipo de situaciones. Un espacio reducido ofrecido a jugadores con capacidades coordinativas más limitadas, dificultará el desarrollo de la tarea ya que aumentará el número de pérdidas y transiciones (aún pudiendo ser también ese también un objetivo); mientras que un espacio más amplio favorecerá posesiones de mayor duración, un menor número de errores y la posibilidad de que ocurra un mayor número de veces los comportamientos que queremos observar en esta situación concreta: atacar la espalda de la última línea rival.
A partir de ahí, consideramos que el equilibrio entre los constreñimientos planteados en la tarea y la libertad que se le conceda al jugador para tomar decisiones en el juego serán un aspecto clave a la hora de desarrollar y optimizar todas sus estructuras o aquellas estructuras priorizadas. Las normas y constreñimientos siempre nos ayudarán, pero nunca debemos olvidar “jugar al juego”.
Algunos de los comportamientos y principios que podremos observar y desarrollar en esta situación y definidos de manera muy general son los siguientes:
- Desmarques de ruptura en último tercio (relaciones entre medios y delanteros).
- Desmarques de ruptura en función de pie dominante del poseedor.
- Desmarques de ruptura en función del movimiento de jugadores del equipo defensor.
- Perfiles corporales, comportamientos y coberturas de la línea defensiva.
- Repetir esfuerzos tras no haber recibido el pase en un primer desmarque.
DESCRIPCIÓN DEL EJERCICIO
Situación de juego con 2 equipos de 5 + porteros. El equipo ofensivo se dispone en una estructura 1-2-3 y el equipo defensivo en una estructura 1-4-1. Hay fuera de juego. La norma principal de la tarea es que los jugadores del equipo defensor no pueden entrar al último espacio hasta que el balón no haya cruzado la línea o hasta que haya un desmarque de algún jugador del equipo ofensivo a ese espacio. Si el equipo defensor recupera el balón, pasa a atacar convirtiendo a los 2 “laterales” en los 2 “extremos” y modificando su estructura a 1-2-3, mientras que el equipo que perdió la posesión pasa a una estructura 1-4-1. El objetivo principal del equipo atacante será realizar distintos tipos de desmarque de ruptura en función de las basculaciones, movimientos y acciones del equipo defensor.
¡Esperamos que os guste!
El equipo de Fútbol Revolucionario