Suarez‐Arrones, L., Nakamura, F. Y., Maldonado, R. A., Torreno, N., Di Salvo, V., & Mendez‐Villanueva, A. (2021). Applying a holistic hamstring injury prevention approach in elite football: 12 seasons, single club study. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 31(4), 861-874.
Bienvenidos una semana más a nuestro blog de Fútbol Revolucionario. Estamos comenzando la fase más determinante de la temporada, y queremos seguir avanzando junto a vosotros en la optimización del rendimiento de vuestros equipos, con los contenidos más revolucionarios, y a la vez optimizadores.
Siguiendo el camino hacia nuestro próximo proyecto de congreso de readaptación de lesiones, en el artículo de esta semana analizamos una importante investigación donde se analiza la aplicación de un programa de prevención desde una perspectiva holística en un club de élite de fútbol de la primera división de la liga italiana. Los autores, buenos amigos y compañeros nuestros, nos deleitan con una aproximación bien detallada de una prevención que integra parte de planificación, estructuración de sesiones de fuerza y aplicación para objetivos individuales por jugador.
Este estudio involucró a un club de élite en Europa y se llevó a cabo durante 12 temporadas. Las últimas 2 temporadas fueron el período de intervención, y las otras fueron las temporadas de control. Durante el periodo de intervención, los jugadores realizaron un programa complejo organizado en diferentes intervenciones a lo largo de la semana, teniendo como prioridad la salud del jugador.
La naturaleza de las lesiones musculares, y en concreto de los isquiotibiales, se acepta como multifactorial y compleja (Mendiguchia et al., 2017), que involucra interacciones entre varios factores, siendo probable que se necesite un enfoque más holístico para la prevención de lesiones en isquiotibiales (Oakley et al., 2018).
Durante el estudio, se compararon las lesiones, la ausencia de participación en sesiones y partidos, las ratios y la gravedad de las lesiones de los isquiotibiales entre las temporadas de control y de intervención. Por una parte, se demostró que los jugadores tuvieron una exposición media de 333,5 ± 18,6 horas por temporada, sin diferencias significativas entre las temporadas de intervención y control.
En cuanto a la intervención, el programa de prevención complejo y multifactorial consistió en 6 componentes principales:
- Entrenamiento de Fuerza, incluyendo ejercicios específicos para la cadena posterior.
- Modelo del entrenamiento de campo
- Tratamientos de fisioterapia
- Control de la carga de entrenamiento
- Entrenamiento individualizado (sobre puntos débiles), y
- Comunicación del staff y gestión individual de la carga de los jugadores.
Una de las particularidades del estudio científico de los autores, es su clarificación sobre cada uno de estos componentes y sus medios y contenidos de entrenamiento. Además, y como adición fundamental y revolucionaria, nos aportan dichos contenidos y secuenciaciones para microciclos con una y dos competiciones semanales, muy próximo y real a lo que acontece en una situación de temporada en clubes de élite que participan en un formato de múltiple competición.
En la tabla 1 nos representa esta aproximación holística desde la organización del entrenamiento de fuerza durante el microciclo.
En la tabla 2 nos representan el modelo de entrenamiento en campo, con las fases del microciclo muy establecidas en función de la periodización táctica, pero también con el objetivo condicional claro de cada sesión y sus demandas medias en las variables de distancia total recorrida, distancia en alta intensidad, número de aceleraciones y desaceleraciones por encima de 2 m/s2 y la duración total de los entrenamientos. El papel del control de la carga en el equipo, también para ellos es fundamental a la hora de la prevención.
Otra de las innumerables aportaciones del artículo a la comunidad científica, es la aplicación también de un “microciclo especial” para aquellos jugadores con alto riesgo lesional y la individualización de su carga y entrenamiento a lo largo del microciclo. Además de la sesión de fuerza colectiva, se les incorporaba a) una activación individual antes de un entrenamiento en campo en grandes espacios con un alto volumen de HSR, b) una sesión de fuerza individual después del entrenamiento en campo y c) una activación individual antes de un partido oficial.
A partir de todas estas intervenciones, obtuvieron los siguientes resultados: la incidencia total de lesiones fue 3 veces menor durante las dos temporadas de intervención que durante las temporadas anteriores; el número de lesiones en los partidos fue 2,7 veces menor y en entrenamientos 4,3 veces. La gravedad de las lesiones fue casi 4 veces menor durante las dos temporadas de intervención que durante las temporadas anteriores y las recidivas en el grupo de control fueron del 10 % frente al 0 % en el grupo de intervención. Unos resultados fantásticos, sorprendentes y acordes con la calidad de la intervención.
Como gran conclusión, los autores sugieren que los enfoques de entrenamiento complejos podrían ser efectivos para reducir la incidencia de lesiones en atletas de fútbol de élite.
Probablemente, la utilización de un buen programa de ejercicios de prevención de forma aislada no sea tan eficaz como este enfoque multidisciplinar, coherente, ordenado y sinérgico entre todos los estamentos y profesionales del club. En cada una de las acciones y en la suma de todas ellas: entrenamiento de fuerza, entrenamiento optimizador en campo, control y manejo de la carga, tratamiento de fisioterapia, entrenamiento individualizado y óptima comunicación del staff y coherente toma de decisiones, reside el gran secreto de los equipos que mejor previenen lesiones, y por lo tanto mayor disponibilidad y rendimiento sacan en sus jugadores.
Gracias a los autores, y también a vosotros por el seguimiento,
Seguimos avanzando,
Fútbol Revolucionario